sábado, 18 de abril de 2009

Roberto Sebastián Nava Fabela

Nava Fabela, Roberto Sebastián
- 1967, Toluca, Estado de México, México
- Toluca, Estado de México, México
- Escritor y poeta

Fue miembro del Taller de Poesía de Raúl Cáceres Carenzo [1996].Ha sido director y co-editor de las siguientes publicaciones: Punto de Vista [1990], Y Punto [1990], Calmécac [1992-1993].

Fue coordinador editorial de la Revista Magisterio de la Dirección General de Educación Normal y Desarrollo Docente, de la Secretaria de Educación del Gobierno del Estado de México.Fue colaborador de los periódicos “El Financiero” sección EDOMEX, “El Sol de Toluca”, “La Gaceta de Toluca”, “Revista Mexicana de Pedagogía”, Revista “La Troje” del Instituto Mexiquense de Cultura, entre numerosas publicaciones, actualmente escribe la columna “El rincón del Robert” en “El Diario de Toluca”.

Fue profesor de Español en Escuelas Normales del Estado de México.

Desde 2007 es socio numerario de la Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, Correspondiente al Estado de México.


Es autor de:

Mas allá del tiempo, 1991. Coordinación de Comunicación Social del Gobierno del Estado de México y La tinta del alcatraz. Poemario.

La silueta del crepúsculo, 1997. La Salamandra. Poemario.

Latir del alba, 1998. La Salamandra. Poemario.

Frente al tiempo, 1999. Universidad Autónoma del Estado de México [UAEM], La tinta del alcatraz. Poemario.

Bordoneros del silencio, 1999. Servicios Educativos Integrados al Estado de México. SEIEM. Poemario.

Oratoria y Declamación Escolar, 2002. La Salamandra. Manual.

Esteban Nava Rodríguez, 2004 La Salamandra. Ensayo.

Espacio visitado, 2007. Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. Poemario. 1ª. y 2ª. edicción 2008.

Su obra fue incluida en las antologías: En Busca de los Poetas Perdidos, efectuada por Ángel Chopín Cortés. Tu vivirás por siempre de Francisco Javier Estrada, Toluca en la Poesía de Gonzalo Pérez Gómez, la del sexto Encuentro Nacional de Poetas Mexicanos y El manantial latente: Muestra de poesía mexicana desde el ahora, 1986-2002, Escrito por Ernesto Lumbreras y Hernán Bravo Varela.

OPINIONES SOBRE LA POESÍA DE ROBERTO SEBASTIÁN NAVA FABELA

Del poemario "La Silueta del crepúsculo"


A propósito de la lectura del mismo, recuerdo que un crítico nuestro ha dicho que “todo poeta es polémico”. Creo que quiso decir a unos gusta, a otros no.El sayo del crítico me queda holgado, por tanto, mis juicios en achaques literarios, no van más allá del “me gusta, y no me gusta”, sin que acierte a explicar razones estéticas. De todos modos, ¿qué es lo que me gusta de la poesía de Roberto Sebastián, en la “Silueta del Crepúsculo”En lo general, todo el libro; en lo particular dos poemas: “Tu llegada”, y “Dos”. Y como aciertos – a mi romo modo de ver- los siguientes tropos que tomo al azar:“El crepúsculo jugaba a dormir perros.”“La noche se extiende en estrellas.”“Transita el alma como paloma mensajera.”“El alba se descobijaba en el horizonte...”Y, claro, pláceme también que un hijo de mi entrañable amigo Esteban (Navita), siga la huella luminosa de su padre, y, que, Roberto Sebastián forme en el selecto grupo de jóvenes poetas mexiquenses, tan hechos ya, firmemente, al credo estético hoy en boga.

RODOLFO GARCÍA GUTIÉRREZ
(1927-2003) Poeta nacido en Huixquilucan, Estado de México, acaecido en Toluca, México.
La Silueta del Crepúsculo


“Roberto Sebastián Nava Fabela aprovecha las aguas vertidas por nuestro mundo, las cobija con su sentimiento amoroso, las mezcla con su vida cotidiana, con sus alegrías y dolores, para hacer florecer su pensamiento y con bondad regala sus versos blancos a quienes amamos una poesía viva. (…) Roberto con libertad expresa su peculiar visión que tiene del mundo, su estilo no lo podemos encajonar dentro de una poesía tradicional, ni de vanguardia o posvanguardista, su poesía, es una poesía sin adjetivos, es una poesía creativa, donde con su sensibilidad, inteligencia y disciplina cognitiva descubre todo aquello que los seres ordinarios no perciben con su elocuente vista.

Existen dos influjos esenciales en el arte poético de Fabela: El primero emanado del mundo sensible, donde por medio de matices amorosos, describe lo que su ser observa y siente. El segundo emerge de la naturaleza, y a través del paisaje estructura los versos donde se delinean con bellas metáforas múltiples elementos y objetos del mundo real que lo cuida y alberga.

Es pues Roberto Sebastián Nava Fabela un bardo creativo, sensible, captor de lo que existe ante todo, pero que no todos ven con los ojos del alma y lo expresa de manera natural como el arte de crear poesía”
Enrique Morales Perdomo
Poeta nacido en Mexicalzingo, 1967, radica en Toluca, México

Toluca, Méx., 8 de marzo de 1998
8 columnas
VIII Época No. 451
La poesía de Roberto Sebastián Nava Fabela


“La poesía es un acto gratuito, es un misterio tremendo, al que hemos buscado.”

Jaime Sabines


“La obras literarias se caracterizan por el cuidad especial de la expresión que han utilizado sus creadores, ellos eligen y disponen las palabras, de esta forma lo hace Roberto Sebastián Nava Fabela en “La Silueta del Crepúsculo”. Desde el título podemos observar un aproche con la poesía. La frase utilizada es una prosopopeya, figura plena de vida que nos aproxima inmediatamente al contenido del texto. (…) Roberto Sebastián Nava Fabela realiza un viaje donde visita las imágenes o figuras retóricas menos usuales. Él convierte el lenguaje cotidiano a lenguaje poético. Utiliza sutilmente el ritmo con el estribillo y las anáforas (…) Para finalizar, el poeta es un poseso, es distinto a los demás hombres, y como dice Ezra Pound: “no es fácil ser un gran poeta es obvio. Si lo fuera, muchas más gentes lo habrían logrado. En ninguna época de la historia ha estado libre el mundo de gente que ha tenido algunas ganas de ser un gran poeta y no pocos que se han esforzado concienzudamente por ser serlo”. Roberto Sebastián Nava Fabela ha logrado ser un gran poeta, el recibió un don que ha sabido utilizarlo por el bien de la humanidad”

Caridad Baltasar
Poeta originaria de Ocoyoacac, Méx.
Toluca, Méx., 29 de marzo de 1998
8 Columnas
VIII Época No. 454
POEMA DEDICADO AL AUTOR
Policromía

Al poeta Roberto Sebastián Nava Fabela



Metáforas a contraluz
centelleando detrás de tu silencio,
te hiciste Tlatoani
con un puñado de palabras
cuando la poesía abrió brecha
en medio del camino.

Abandonado quieres llegar
“Más allá del tiempo”,
con la esperanza eterna
de tu “Árbol Policromado”;
y tu obra descansa
en los oídos de una mujer sin nombre
que a lo lejos te recuerda.



Yabel René Guadarrama Rivera
Poeta nacido en Capulhuac, Méx., 1968,
vive en su lugar de origen.
Toluca, Méx., 14 de enero de 1996
8 columnas
VIII Época No. 345
SELECCIÓN POÉTICA DE LA SILUETA DEL CREPÚSCULO
UMBRAL


La poesía buscaba ociosos en la Librería de Cristal de la Alameda:
hoy día se pone en el Hotel de México,
Nadie se ha acostado con ella, pues te lleva a un cuchitril
y cuando apenas te está desanudando la corbata
entra Cristo, le da la manivela de la cama
y la poesía, en posición de Trendelenberg,
declama cursilerías, obscenidades, lemas revolucionarios
o simples mentiras - “ich bin elektrischer Natur”, grito Goethe -
mientras pare un gel sietemesino
donde sobrenada todo, se quiere, menos lo inapreciable:
el gato atigrado y la viola.”

Enroque/ Gerardo Deniz


Sorpresa es la poesía: la incubación de mundos inusuales. Roberto Sebastián Nava Fabela lo ratifica en el embelezo por los instantes que camina en su palabra. Su tiempo no es el del vértigo moderno, sino el congelamiento contemplativo del poeta que ama y esculpe cavilaciones, deleitándose en la estupefacción.
Familiarizado con la lírica, propiamente heredero de altos vuelos, apuñala la velocidad de la vida para contar fotografías en las que el ser grita que existe: sufre, goza. Sus versos miran, y replantean la intimidad que, vulnerable, quiere huir; Roberto no se lo permite porque, en el trabajo poético que hoy nos obsequia, la estatura de lo inasible es la de un gigante junto al cual crece y se recrea. Eso nos dice desde la metáfora que da título a su obra: silueta del crepúsculo, es decir borde de buenanueva, bienvenida, tejido de figuras retóricas intempestivo de cielo, imágenes colapsadas en la oportunidad de no morir.
En su fe por lo humano los poemas de Roberto andan, pasean. Así, en paciente excursión, sus vagabundeos transforman en conciencia sensible -que se viste de memoria- célebres encuentros con el prójimo, la semana de amor; y hace presentes a la familia y los amigos que la vida le obsequia.
Para Roberto es fácil capturar al deseo en su más honda conversión de lucero sobre espejos de todo el mundo y por el alocado sinsentido de la gramática decirle a la mujer: escucha el sonido de la piel al evaporarse el deseo. Por esa humedad que resuena, algunos giros de su escritura se erotizan de desamparo y soledad. Su asombro cubre las sombras, no cabe duda, pero hace un llavero de cuerpos y pensamiento, y así y con todo, asume el arrebato de una identidad que se asoma en todos sus textos y lo define con toda exactitud cuando dice: sólo sé amar. Y es que lo que se percibe es la emoción, lo mismo cuano mamá es la historia de México, o el amigo ausente es la tristeza de un festejo o le apesadumbra la modenización que desvasta la tierra y la hace estallido.
Decir más de algo que ansía decirse es una intransigencia. Por eso aquí dejemos volar la inspiración generosa de Roberto Sebastián Nava; generosa cuando enfáticamente estremece con su verso al lector diciéndole:

Tú también eres de palabras
que en un poema he de organizar...

e invitándole:

a mi casa ven, esta noche...


Afectuosamente


Gerardo Meneses Díaz
Poeta, Compositor e integrante del grupo de rock
La Lámpara de Diógenes.
Tu llegada

A mis hermanos


Cuando el arcoiris pinta
la silueta del crepúsculo
vienes de la cumbre del tiempo
a besar los labios del mundo.

Paisajes
A mi padre




I

Las nubes reposan
sobre el tejado del jacal.
Son trozos del edén
cerca de los mortales

¿Naves Angelicales!
Capturadas en unos instantes
para la eternidad.

Llenas de luz
penetran en las pupilas
se extienden en los cerebros.

Esas nubes no son nubes ambientales,
son las nubes surgidas de sus huesos,
de sus músculos, de su piel...

Esas nubes
¡Son hijas del cielo,
son las que miran los seres,
son sus nubes al haberlas creado?

II

Platican los árboles
me aproximo a ellos
escucho su diálogo
de amoríos vespertinos;
tratan de unir sus ramas
con el cielo cubierto de nubes.

No se oyen las ranas
en sus charcas.
No hay grillos
en la hierba
Un olor a estiércol
llega con el viento.

Los árboles se carcajean
de las imponentes siluetas de las montañas.

De rama en rama
de hoja en hoja
de tronco en tronco
toda lo noche queda dormida
en los árboles.


Pequeña Sierra



Pequeña sierra
no estás más
en los rayos
del sol y la luna.

Toda de asfalto
te has cubierto
y te has ido
al recuerdo.

Todo tu cuerpo
extendido
del cerro de la Teresona
al de Huitzila
quedó convertido
en luces eléctricas
y postes alámbricos,
en casuchas y casonas.

Sólo los luceros
reflejan
la luz de tus años
verdes y frescos,
hospedabas
aguas llovidas
y vientos sureños,
que son memoria
de otros años...

Pequeña sierra
no estás más
en los rayos
del sol y la luna.

Calixtlahuaca





En Calixtlahuaca escucho el canto de los hombres
atrapados en las rocas, por donde el viento corre
[en el Templo de Quetzalcóatl.

Las aves trinan leyendas de guerreros y crónicas de
una ciudad matlazinca ciudad del Calmécac,
ciudad del Tzompantli, por tus plazas y praderas
Tláloc se paseaba y jugaba con la hierba para formar riberas y lagunas en el valle matlazinco.

Los moradores al dios Tolotzin ofrecían sacrificios.
La sangre corría en el cerro del Toloche, en las tierras de Calixtlahuaca y las praderas, el cielo, el fuego, el viento se purificaban con los corazones desangrados que se hacían polvo en el rostro de la naturaleza.

En Calixtlahuaca piso la cumbre de la tierra
tierra de presentes, tierra de futuros,
tierra de hombres que destruyen y matan,
hombres del otro lado del Atlántico,
de todos los tiempos, de todas las ideas.

La muerte edificó su morada en estas ruinas.
La soledad se ha sentado a contemplar el paisaje.
Calixtlahuaca en el umbral de su existir
encontró la muerte y el olvido de los hombres de hoy.

En Calixtlahuaca están las leyendas, historias, tradiciones y los rostros de sus hombres caídos que miran el horizonte. Espíritus guiados por caminos hechos maguey,viajan al monte de Jocotitlán, donde ven su terruño en el ayer, en el México nuestro.